VISION, MISION Y VALORES DE TODO LIDER
Todo ser humano, y en particular
los líderes, sin importar el campo de acción en que se desenvuelva (desde la
familia hasta las grandes corporaciones, pasando por toda clase de empresas y
organizaciones sociales) han de definir su tarea a partir de una visión, de una
misión y de un código de valores.
CONCEPTOS:
La visión es la capacidad de desarrollar un proyecto de
futuro, un sueño, un anhelo, un objetivo trascendental que se debe
alcanzar. Son los sueños que uno puede
alcanzar durante su existencia, sin miedos, con sentido de reto y
trascendencia, incluso a pesar de las propias debilidades y carencias.
La misión es la acción cotidiana que define la identidad y
tarea de un individuo o grupo (que podría resumirse en las preguntas: quiénes
somos y para qué estamos en este mundo).
Es la razón de ser o existir de la persona o el grupo y la causa y fin
de su actividad. Parte de una visualización particular del futuro, de lo que
puede (o más bien debe) ser, de lo que se puede crear para darle sentido a la
propia vida.
Los valores son el conjunto de principios o reglas
esenciales del juego bajo las cuales se va a guiar las actitudes y conductas de
las personas y los grupos.
Los grandes hombres y mujeres de
la historia nos han enseñado la importancia de generar dentro de uno mismo la
fuerza de una visión y misión personales para guiar la propia vida, con una
visión y misión se han transformado en personas llenas de un poder interior que
se ha constituido en la base sobre la que han integrado sus valores, sus metas
en la vida y en el trabajo, así como sus habilidades e intereses. El poder interior que genera contar con una
misión personal convierte a hombres y mujeres comunes en personas entregadas a
la tarea de crear, para sí mismas y para quienes las rodean, un mundo de nuevas
perspectivas, retos y realizaciones que, de otra manera, parecerían
inalcanzables
Nuestra responsabilidad moral no consiste
en detener el futuro, sino en modelarlo para cambiar nuestro destino en una
dirección más humana. Alvin
Toffler
|
LA VISION
La visión puede transformar a los
hombres en santos o demonios, en emprendedores o destructores. El hombre tiene una necesidad intrínseca de
trascendencia y superación. Lindberg
cruzó el Atlántico en pos de un sueño sabiendo que en el intento podría perder
la vida. Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina y la convirtió
en un legado para todas las generaciones.
Edison inventó la bombilla eléctrica, después de sufrir miles de
fracasos. Víktor Frankl sobrevivió a un campo de concentración gracias a la fe
que tenía en poder escribir su historia y crear la logoterapia, técnica con la
cual propone a la humanidad darle sentido a la vida. La Madre Teresa entregó su vida a
los pobres por causa del Reino de Dios. Y qué decir de Juan Pablo II, cuya
clara visión y misión contribuyó notablemente a la transformación del mundo en
el último cuarto del siglo XX, y lo condujo hasta el umbral del siglo XXI.
Elementos que contribuyen a generar una visión:
- La historia y circunstancia personal y familiar del
individuo.
- La percepción del mundo interior y exterior
- Los valores propios
- El compromiso con uno mismo
- El compromiso con los demás
- El deseo de encontrar un destino mejor
La visión se convierte en misión cuando:
- Se inicia el camino que se ha visualizado
- Se confía en la voz interior y se es congruente con
ella
- Se tiene fortaleza y se actúa a pesar de las
adversidades
- Se da y recibe al mismo tiempo
- Se es responsable y comprometido con el logro de la
meta
Visión: mejorar el mundo
No puede concebirse a un líder
sin una visión de futuro. Todos los
líderes, sin importar su nivel ni su campo de acción, están o deben estar
motivados por un proyecto a futuro.
Deben tener una idea inicial o un anhelo que pretendan cumplir más
adelante, pues, como se ha dicho alguna vez, “una idea es más poderosa que mil
ejércitos”. Como ejemplos se puede
proponer: la idea de libertad en la mente de Abraham Lincoln; el sueño de igualdad racial de Martin Luther
King; poner al primer hombre en la luna de John Kennedy, la globalización de la
solidaridad del Cardenal Rodríguez Maradiaga, el sueño de justicia para todos
de Monseñor Romero o la
Recuperación de la Memoria Histórica
de Guatemala por Monseñor Gerardi para que el pasado de dolor no se repitiera NUNCA
MAS.
Toda idea puede y debe ser
generadora de una visión de futuro que permita la construcción de un mundo
mejor.
Desde el pequeño fuerte, o somos
constructores decididos, que mejorar al mundo hemos querido, o somos
destructores desmedidos, que gozamos con verlo derruido. Ignacio Guzmán Garduño.
|
La realización de un proyecto,
sueño, objetivo o anhelo futuro, es quizá la dimensión más importante de
cualquier empeño, tarea o actividad que se pretenda realizar. Ejemplo de proyectos: casarse, ser padre de
familia, ser profesional, ser sacerdote, obtener una medalla olímpica, cosechar
una siembra, dar catequesis, vencer nuestro ego, promover el desarrollo
espiritual o material de las personas o grupos
El líder verdadero nunca está
satisfecho con sus ideas y visiones, siempre las analiza, cuestiona y
enriquece, generando así nuevos conceptos que implicarán cambios y retos nuevos
cada vez mayoreos. Todo líder visionario
es un agente de cambio. La visión es
poderosa, pues es un sueño que, por contener dentro de sí tareas modestas o
grandiosas que constituyen un reto o anhelo, anima de manera constante la
acción humana.
- No importa
lo lento que vayas, siempre y cuando no te detengas. Confucio
- Miremos
más que somos padres de nuestro porvenir que no hijos de nuestro pasado.
Miguel de Unamuno.
|
La visión, en un sentido
profundo, siempre es enriquecedora e inspiradora de nuestra vida y mantiene una vitalidad
permanente en el espíritu de quien la posee.
La visión puede quedarse a veces
en el secreto o la intimidad de su dueño, o bien ser compartida con otros para
contagiarlos de su esencia. Una visión
compartida siempre será de mayor impacto, por lo que su ejecución debe ser una
de las tareas fundamentales de todo líder.
Uno de los retos de todo líder al dirigir grupos humanos (familias,
clubes, comunidades, iglesias, empresas, etc) es transmitir a sus miembros el
efecto de una visión compartida.
Por cierto, la visión no es algo
etéreo o abstracto. Es por el contrario,
algo concreto y práctico que debe reflejarse en resultados y logros en el
corto, mediano y largo plazos.
El contenido de una visión para
mujeres y hombres puede referirse a tareas sencillas pero valiosas, modestas
pero de altura espiritual, ejemplo: ser mejores padres, hijos solidarios, empleados
responsables. Ser jefes humildes y respetuosos, empresarios visionarios y
equitativos, funcionarios públicos honestos y servidores, sacerdotes
congruentes, etc.